La evidencia aportada por grupos de bienestar animal, indica que a pesar de que las peleas de perros son ilegales en los 50 estados de Estados Unidos, la tendencia hacia la práctica de éstas va en aumento. Se estima que unas 40.000 personas de los EE.UU están involucradas en peleas de perros "profesionales", y que se "usan" cerca de 250.000 perros.
"Las apuestas para las peleas entre perros campeones pueden llegar a los 100 mil dólares", de acuerdo a la Humane Society de EE.UU. El perro ganador vivirá para pelear de nuevo. Pero el perdedor morirá a causa del desangramiento o estados de shock, e incluso es muerto por su propio dueño si ya no tiene un buen rendimiento. Mientras tanto, decenas de miles de personas -muchos, miembros del "Gang" o pandillas callejeras- toman parte en las que ellos llaman "peleas de calle", donde los perros son azuzados para pelear en combates improvisados en callejones o edificios vacíos.
Perros ejecutados
Los documentos presentados ante la Corte en el caso Vick han dejado al descubierto la brutalidad de las peleas de perros, que parecen estar concentradas en los estados del sur y del este de EE.UU.
El futbolista americano, junto a otros tres acusados, han apelado a la corte al ser acusados de correr apuestas y organizar peleas de perros, en unas instalaciones llamadas Bad Newz Kennels, desde hace ya varios años. Cuando la propiedad de Vick en Virginia fue revisada, se encontraron 54 pit bull terriers, algunos severamente heridos por las peleas, asi como también se requisaron equipos de entrenamiento para los perros. Vick llevaba sus mejores perros a pelear a otros estados, donde se transaban miles de dólares por apuestas, dicen los documentos de la corte. Vick ha negado su participación en las apuestas, aunque reconoce que de ahi procedía parte del dinero de sus cuentas bancarias.
Los tres hombres, incluyendo a Vick, ejecutaron a varios perros que no daban la talla para ser campeones, ahorcándolos, ahogándolos, electrocutándolos o enterrándolos vivos.
Las diferentes agrupaciones de bienestar animal aseguran que los 54 perros encontrados y requisados por las autoridades correrían la misma suerte que los otros perros.
Aunque los perros pit bull terrier debidamente criados pueden llegar a ser buenos animales de compañía -de acuerdo a la reputada criadora georgiana Tara Vickers- los perros de pelea han sido entrenados para atacar a otros animales y seres vivos, por lo que es imposible su reubicación segura en hogares.
Cultura Gang o Pandillera
Nadie sabe qué motivó a Vick (27 años), con su contrato multimillonario en el futbol americano, a aventurarse en el vergonzoso y sórdido submundo de las peleas de perros.
Pero existe evidencia que sugiere que es una tendencia en aumento en los EE.UU, relacionada a la violencia de la cultura callejera. John Goodwin, experto en peleas de animales de la Humane Society, dice que uno de las maneras de monitorear la prevalencia de las peleas de perros es fijarse en el número de pit bulls que llegan a los refugios de animales.
Hace 15 años atrás, cerca de un 2-3% de los perros acogidos en refugios eran pitbulls, pero hoy la raza supera el 30% del total nacional, y llega al 50% en algunas áreas. Un refugio en Mississippi reportó tener 300 pitbulls, de los cuales un 60% presentaba severas heridas cuando fueron rescatados. "Las perreras y refugios de las áreas urbanas son las que más se han visto sobrepasadas por los "despojos" de las peleas de perros", dice Goodwin.
"Las peleas de perros se han vuelto populares entre la cultura pandillera", apunta. Cita un estudio del Departamento de Policía de Chicago, que dice que de las 322 personas arrestadas en un período de tres años por peleas de perros y crueldad con los animales, 3/5 tenían afiliaciones con el mundo gang.
"Muchos pit bulls, particularmente en el sur rural, no llegan a ser ingresados a los refugios, simplemente porque los dueños los matan cuando ya no les sirven", puntualiza el Sr. Goodwin.
Perros bombardeados por esteroides
La vida de un perro de pelea no es placentera ni larga, de acuerdo a las investigaciones de grupos como PETA o la Humane Society.
Los cachorros pit bull son criados por organizaciones que lo transformarán en un perro agresivo, manteniéndolo encadenado y hambriento. Serán forzados a correr en cintas de entrenamiento, usando otros animales como cebos para que corran más rápido, y serán forzados a soportar el peso de su cuerpo colgando de sus mandíbulas para reforzar su mordida. Una vez termina el entrenamiento, el animal será probado en la pelea contra otros animales.
Sólo los perros jóvenes que son suficientemente agresivos y "ganadores" -lo que se prueba en que continúen peleando a pesar de estar heridos y sangrantes- serán llevados a peleas de competición. Los otros son muertos o abandonados.
Las peleas, llevadas a cabo en un pequeño hoyo cuadrado, pueden durar una hora o más.
Algunos criadores cortan las orejas de sus perros para que los rivales no se las puedan morder, afilan sus dientes para que hieran más y los bombardean de esteroides, dice Daphna Nachminovitch, de Peta. Mientras el perro continúe ganando las peleas, sus dueños pueden ganar miles de dólares en provechosas apuestas, y por la venta de cachorros hijos de su "campeón".
Pero los pit bulls que pierden o se rinden en el ring, no vivirán mucho a causa de que sus dueños los matan, o abandonan, lo que les produce la muerte a causa de las heridas no tratadas.
"Poder y control"
¿Cómo pueden justificar el sufrimiento causado a los animales, los que pelean sus perros? El Dr. Randal Lockwood, psicólogo y vicepresidente de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad con los Animales (ASPCA), dice que históricamente los peleadores de perros no ven a los perros como seres sintientes, como criaturas capaces de experimentar dolor.
De cualquier manera, pareciera que actualmente existe una creciente brutalidad y crueldad con el tratamiento de los animales, como en las peleas de perros, adoptados por la cultura gangsteril de las pandillas. "Parte de la psicología de las peleas de perros es la misma que otras formas de crueldad con los animales. Mucho tiene que ver con el poder y el control", dice.
Además, el peleador de perros se identifica con su animal en el ring -y desea ganar derechos de dominación sobre los otros- por lo que la violencia aumenta. El peleador de perros ve la victoria de su perro como un premio a su propia fortaleza y masculinidad, por lo que pienso que es una de las razones de la brutalidad y crueldad con la que se trata a los animales que pierden la pelea", dice el Dr. Lockwood. "La falla del animal es vista como una falla persona, algo avergonzante, y por eso debes dominarlo y demostrarle tu propia fuerza, aunque sea causándole brutalmente la muerte."
Penas más fuertes contra las peleas de perros
Aquellos condenados por pelear perros en EE.UU pueden pasar desde 5 años en prisión y deben pagar una multa de al menos $250,000 dólares. Pero el problema para las autoridades es develar las organizaciones secretas y las redes de individuos que llevan a cabo las peleas callejeras.
"La ley refuerza la labor de los oficiales en la pesquisa de las peleas de perros, porque además estas organizaciones están casi siempre relacionadas con tráfico de drogas y otros crímenes organizados", dice Goodwin. Pero el entretenimiento que algunos ven tras esta brutalidad -y sobre todo, por el dinero que significa- aún lo hacen irresistible para muchas personas. "Si tienes 100.000 dólares apostados en dos grandes campeones que están peleando, alguien ganará mucho y alguien perderá mucho", dice Goodwin. Pero hay un acicate para las ganancias, por eso, las penas deben ser cada vez más fuertes para disuadir a las personas a que sigan fomentando semejante crueldad.
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