Consejos para educar un perro adoptado |
Tienes que tener en cuenta que tu perro ha sufrido al ser abandonado, por lo tanto puede ser un animal temeroso aunque al mismo tiempo agradecido y fiel, y precisa de un periodo de adaptación al nuevo hogar y a sus componentes.
Es muy importante que desde el primer momento pongas en el collar de tu perro una chapa con tu número de teléfono, que llevará permanentemente. En caso de pérdida es la mejor forma de recuperarlo, aunque también lleve microchip o tatuaje, pues es obligatorio que vaya identificado de una de estas dos maneras.
En un principio deberás salir a la
calle con tu perro sujeto con la correa, nunca lo sueltes.
Poco a poco podrás ir viendo las
reacciones de tu animal y le irás proporcionando confianza.
Un perro que es adoptado puede estar
al principio confundido y miedoso, por tanto tendrá tendencia a escaparse y
huir. Esto sólo ocurre en la primera etapa, hasta que te hayas ganado su
confianza. Tú mismo te darás cuenta cuando esto ocurra, ya que cada perro
necesita un tiempo determinado dependiendo de sus circunstancias. De todas
formas es aconsejable que las primera veces que lo sueltes sea en sitios
cerrados donde el animal no pueda marcharse, hasta que estés completamente
seguro de que acude a tu llamada.
Educar al perro con paciencia y cariño
Con paciencia y cariño el perro
aprenderá todas las pautas de comportamiento que quieras enseñarle. Por su
instinto natural de complacer a su amo tiene más éxito una educación con elogios
y corrección que con castigos. Elógialo cuando haga algo bien. Si tienes que
reprenderlo hazlo en el acto y no pasado el tiempo, porque él ya no recordará
lo que hizo mal y creerá que le regañas por lo que está haciendo en ese
instante. Usa tu voz, hazle reproches firmes y autoritarios: “¡NO!”. Ten en
cuenta que el cachorro empieza a entender lo que está bien y lo que está mal a partir
del cuarto mes; será entonces el momento de empezar a educarlo. Mientras,
puedes ir creando en él ciertos hábitos, por ejemplo llevándolo a hacer sus
necesidades en el lugar que tú elijas, aunque no esperes demasiado de él en
esta primera fase.
Proporciona al nuevo miembro de la
familia un lugar caliente donde pueda dormir y no sea molestado. Esto les
proporciona confianza.
El perro sólo vive el tiempo presente.
Únicamente los recuerdos olfativos o los sonidos pueden traerle a la memoria
malas experiencias. Al margen de estos traumatismos poco frecuentes y que con
el tiempo superará, el perro será fiel a su amo, y seguirá intensificándose el
vínculo entre ambos.
Se han oído noticias sensacionalistas
en las que niños han sido atacados por perros. Esto es muy infrecuente y puede
ser prevenido con facilidad no dando ocasión a que ocurra. Sobre todo si el
niño nace cuando el perro ya está en casa, éste no debe verse rechazado, pues
esto provoca celos en él, pudiendo sobrevenir los problemas. Por otra parte,
hay que enseñar al niño a tratar al animal como un ser vivo, no como un
juguete, e impedir que le moleste cuando esté comiendo o durmiendo.
Tampoco deben compartir sus juguetes,
ya que el perro puede considerarlos suyos y defenderlos. Hasta que todo esto
haya sido asimilado por el niño no se les debe dejar solos. Por lo demás el perro
será el mejor defensor del niño y un compañero de juegos incomparable e
insustituible. Temas relacionados:Cómo elegir un perro adoptadoComportamiento del perro adoptado Consejos para adoptar un perro Declaración de los derechos de los animales El perro viejo y la muerte El perro viejo y la muerte La alimentación del perro adoptado La llegada del perro a casa Precauciones para tener un perro en casa |